Por primera vez en la historia, Casanare participa directamente en la COP16, reafirmando su papel clave en la protección de la biodiversidad y la promoción del desarrollo sostenible. En este destacado encuentro internacional, el departamento presentó su riqueza natural invaluable y demostró su compromiso firme con la sostenibilidad, destacando acciones como la protección de especies amenazadas y la restauración ecológica.
Durante el panel titulado “Biodiversidad, justicia ambiental: Orinoquia en equilibrio”, se discutieron los principales desafíos ambientales que enfrenta la región de la Orinoquia, bajo el eje estratégico "Casanare: territorio, agua y biodiversidad". Este fue el primer espacio liderado por Casanare en la COP16, que permitió visibilizar al departamento en tres áreas clave: territorio, agua y biodiversidad. La conclusión principal del panel fue clara: todas las organizaciones, instituciones y la sociedad civil deben articular esfuerzos para cumplir el objetivo compartido de hacer de Casanare un territorio productivo y sostenible.
Entre los participantes más destacados estuvieron: Alexi Duarte Torres, secretario de Desarrollo Económico de Casanare; Jessica Quintero, directora técnica de medio ambiente de Casanare; Román Tibavija, director del Centro de Investigación La Libertad Agrosavia; Alejandro Olaya Velásquez, director ejecutivo de la Fundación Palmarito y Asocravosur; Fernando Leiva, director de The Nature Conservancy (TNC) para la Orinoquia y Lina Gineth Rodríguez, ingeniera ambiental de la Fundación Natura.
Con una asistencia de más de 50 personas en este panel, se discutieron importantes reflexiones sobre el manejo y protección del entorno natural de la Orinoquia. Una de las conclusiones más relevantes fue la necesidad de posicionar el Parque Wisirare como un centro de investigación de la biodiversidad y de las sabanas inundables, un ecosistema que no ha sido suficientemente investigado, pero que tiene un gran potencial para ser un agroecosistema clave en la región.
Este panel concluyó que la unión de esfuerzos es esencial para garantizar la conservación de la riqueza natural de la Orinoquia y al mismo tiempo, promover su desarrollo sostenible.